Educación para la vida en el siglo XXI, estos dos años de pandemia han marcado el inicio de un cambio de paradigma planetario, este tiempo que nos toca vivir nos muestra un mundo que cambia rápidamente, vulnerable e inseguro, las tecnologías avanzan muy rápido y a nosotros nos toca educar en valores, en profundidad, en humanidad.
El siglo pasado fue la explosion espiritual individual hoy aprendemos a vivir nuestro espíritu cada día, una cotidianidad no dual, el espíritu impregnando la vida de cada día.